domingo, 27 de febrero de 2011

Cada vez más Alto

Quedamos en la Merced, Salta.  Muchos días han pasado, sin embargo, no muchos Km.    Suponíamos pasar 2 noches y no más, para no molestar, en casa de Gusta y Lucía, pero supusimos mal.  La verdad es que Salta es Hermosa (si, con mayúscula), verdes bosques y por sobre todo mucha calidez humana.  Finalmente fueron 8 noches en familia, en una casa súper linda con los futuros padres, en aquel momento, que deberían esperar una semana mas por el milagro de dar a luz a Canela.  Felicitaciones y gracias familia  Falco-Matthews.
Conocimos a los accionistas del quincho flotante y nos fuimos a navegar al dique Cabra de Corral en dos oportunidades.  Le arrebatamos al dique momentos increíbles, nados, almuerzos, cenas y pejerreyes como para 30 personas.  Todo rodeados de un paisaje montañoso, bien verde, agua templada y unas cuantas damas (juanas claro está).  Esa fórmula no podía fallar.  Uno de los accionistas del quincho flotante (les aseguramos amigos: el sueño de los pibes) es el oso, (el famoso carnicero de la merced Osobuco).  Para quien sólo tenemos palabras de agradecimiento.  Al volver nos pusimos a trabajar en un mural en su carnicería, y tras dos días, el trabajo fue finiquitado para el comentario del pueblo.  Quedó buenísimo, y así, como siempre, abrazos despedidas y debemos seguir al norte.



Fede, te diste cuenta dónde estas haciendo un asado?






Primer cosecha de diario: “El Quincho Flotante”
Día gris, sólo en el cielo.  Nada que reprochar a los colores; todos se fusionan para generar el más lindo sentimiento en el momento preciso.
Gente cálida y sencilla que parece  no necesitar más que el presente.  Sólo con mirarlos desde un lugar, en un rincón, uno sabe que no ansían; o por lo menos, no expresan una vida llena de lujos innecesarios.  Ya los tienen todos.  A la distancia que ellos deseen.
Un lujo conocer a los accionistas de la casa flotante.   Tan desconocida para nosotros  como este lago que parece ser de mercurio a medida que la luz desaparece detrás de la cuesta del obispo.
Nada más que una postal.  Ni más bella ni más fea que ninguna que haya visto o vaya a ver. Única. 
El cambio interior es inminente y es una sensación hermosa que tenemos la suerte de disfrutar.  Nadie nos puede sacar el orgullo de saber que tomamos la decisión correcta de estar donde queramos o donde el camino nos lleve.  Son los momentos que uno nunca quiere que terminen.  Inmortalizar el tiempo y la  imagen que dibuje y se le antoje al horizonte.
El mundo parece conspirar en contra de uno para retenerlo por siempre en un presente constante.  Pero somos ambiciosos, histéricos acerca de la belleza y buscamos más, siempre más.  Eso nos va a hacer llegar hasta el final.  De qué y dónde será?  Eso no lo sabemos.  Pero eso es lo más bello de todo.









Cómo va la tema??  Meta, meta!!

Que modelos!!





Destino Purmamarca.  Pasamos por la ciudad de Salta que habíamos conocido unos días atrás en medio de una tormenta histórica, que metamorfoseo a la paloma en un raro anfibio albino y poco conocido de la isla de nunca jamás.  Por un momento la sentimos perdida ya casi abrazada por calles que se creyeron ríos, jóvenes, repentinos y caudalosos.  Pero nada de esto pasó.  Nade y nade.
Pasamos por la Caldera, el dique Campo alegre (y si que lo es), y entre paisajes bien selváticos cruzamos a Jujuy.  Hasta Purmamarca.  Nos reencontramos con Celes que esta vez venía viajando con Luz (nunca mejor y más apropiado nombre para alguien) y fuimos a acampar.  Hermosísima y colorida semana.  Nuevos y viejos amigos, entre los nuevos: el Tincho, Caro, Chele, Facu, Lucas y un hombre de universo llamado Ele.  En el equipo de los viejos amigos: Sol, Nina y  Laucha.  Un buen reencuentro.
Pintamos carteles y fuimos a Salinas Grandes que dió paso a uno de los días más lindos del viaje.  Felicidade.

Misiones? Salta?? Argentina???



El Ranchito


Cartelito en el Camping de Lili

High Definition

La cámara no lo captó, pero subieron en bici.




Hazlo Fede.       No, no lo hagas.   Siiii, hazlooo.







Próxima estación Tilcara.  Como en toda ciudad grande, escasea la magia.  No así, la gente linda.   Bienvenidos a esta historia los marplatenses con quienes compartiríamos las próximas caminatas y los próximos dos destinos.


Los Marplas

Ya en Humahuaca llevamos varias veces la paloma al veterinario, ya que arrastraba una falla que nadie podía detectar.  Y se venía una difícil prueba como Iruya.  Entre asados, chocotortas, marplatenses, Celes, la negra, Pupa, Sofi, en fin, entre buenos recuerdos ya, salimos hacia Iruya que significaba mucho más que un pueblo, un desafío a una paloma en jaque.



Fue un gol en la carpita azul. Deportes en el recuerdo.

Iruya es hermosa, su acceso difícil, pero vale la pena.  Mucho para caminar y ver.  Todo es lindo.  Se ven los grandiosos cóndores y dimos con la fiesta regional.  En total fueron 8 noches en el hospedaje de Palmira para quien pintamos.  Adentro el gran Willy de Palermo, Angie, Santi y Lucre, vecinas de Temperley y Adrogue.  Y lo más importante, la visita de Lenny, amigazo entre los amigos, que nos vino a visitar y a compartir momentos.  Noches de juerga y fortalecimiento de amistades.
Si la entrada a Iruya es difícil, la salida lo es muchísimo más.  Una subida de curva y contra curva de 21 Km.  hasta los 4000 mts. sobre el nivel del mar, y la palo con su falla arrastrada, como la cola de un cometa que nos viene siguiendo Km. atrás.  Fallando y todo supero a las nubes.  Que parecían larguísimos campos de algodones sembrados entre altos picos perpetuos.  Y otra vez hacia Humahuaca.

San Isidro.

Patrili, Anahí, Cris, Fede, Mudo y Lolita.



Confluencias.

Condorito.


Básicamente nos dedicamos a la palo.  Por fin dimos con la solución.  El flotante del carburador no cortaba nunca la entrada de nafta.  En realidad la aguja ya no servia más.  O,  como se dice por estos pagos: ya no servía ni pa ACA.  La cambiamos y a la bosta.
Salimos ahora 4 hasta la Quiaca y de ahí a Yavi.  Donde rápidamente y como siempre fuimos 6 con la entrada de Ariadna y Fede (dos cordobeses bien copados). 
Ya estamos en la frontera con Bolivia.  En la frontera con los caminos, según nos dijeron, más difíciles de todo el viaje.  Se siente que termina la primera parte de este sueño.  Pasamos al nivel dos.  Dejando nuestra querida tierra Argentina, hasta siempre.  Hemos recorrido 4100 Km.  Salimos hace 83 días.  Conocimos muuuchíiisima gente.  Vimos a 8 mecánicos.  Cruzamos 9 provincias.   Nos paró la poli 17 veces.  Nos reímos el 80% de todo este tiempo.  Pintamos un súper mural.  Hicimos 5 carteles.  Cocinamos muchísimo.  Pinchamos una rueda. Avanzamos sin música 0 Km.  Nos enculamos varias veces.  Nos sentimos felices.  Y los extrañamos una bocha grande grande como una piñata atorada en el pecho.  Pero todo esto no es más que el fin del principio.
Prendido a la magia de los caminos, el dodge va.



Encuentre las 7 caras y al ratón cerebro.


Juast du it.

Flaaannnnnnppppphhhggggg.

Linda...Fiesta de los compadres.


Nuestros trabajitos

Chuno, Fede, Lencho, Mudo, Ariadna y Fede.

Carta de Ariadna:
“Ey, para cuando andes por aysito,
yo te abrazo desde los pies…
No se me va tu gesto,
me lo llevo por el tiempo que tenga que ser,
viaja conmigo…”

Carta de Fede (Acentoconperfumecordobés):
“Por esos aires,
por los colores
y acordes (vendrán)
 Por el tiempo sin presente y precedente,
y la suerte (por si la mierda falla)"

Centro (paloma) y gol.